Quiero hablaros de un libro que me ayudo en mi difícil época de opositora : El secreto, de Rhonda Byrne. Si, lo reconozco, llegué a un punto en el que precisé un libro de autoayuda (y probablemente, por mis estados de ánimo también necesitaba un psiquiatra, pero el libro era más barato)
Todo es muy bonito cuando empiezas a estudiar, te sientas delante de los libros, suspiras y piensas, "Voy a ser matrona, que ilusión"... De ahí a la locura, un paso. Yo, en mi cuarto rodeada de post-it con mi esquizofrenia a lo Russell Crowe en "Una mente maravillosa", pijama y greñas incluidas, y que no me hablara nadie...
Empezaron a inundarme los pensamientos negativos "Y si no saco plaza" "Y todo el dinero que me estoy gastando en academia" "Todos los sábados madrugar para coger un tren para ir a clase, ésto no es vida"
"Esto no va a servir para nada"
Alguien me comentó que había leído el secreto, y me lo recomendó. Pensé que por lo menos me podía ayudar a desconectar un poco del examen el rato que tuviese de lectura.
Básicamente el libro habla de la ley de la atracción. Si tienes pensamientos positivos, atraes lo positivo y al contrario, la negatividad te lleva a lo negativo. Según ésta ley, eres como un imán y puedes atraer hacia ti todo lo que deseas, la ley de la atracción hará el resto y parecerá que el universo "conjura" para ayudarte a alcanzar tus metas
Pensé que me costaba lo mismo pensar mal que pensar en positivo, así que decidí cambiar el chip : Empecé a poner en mi pared no sólo post-it relacionados con estudio, los intercalaba con frases motivadoras y refranes, me guardé notas en mi monedero que rezaban "Una plaza de matrona es mía, sólo tengo que ir el 1 de febrero para firmarla" y "Gracias por mi plaza"
Me pasó una cosa curiosa, en el libro te decían que empezaras con cosas pequeñas, que desearas tener algo y que todos los días salieras a la calle convencido de que lo que más querías estaba fuera, esperándote, y que tenías que esforzarte por creer que lo que buscabas lo ibas a encontrar.
"Vamos a probar" Me dije- "Por ejemplo...quiero una canica". Casualidades de la vida, un par de semanas después, la encontré.
Con ésto no quiero decir que el libro me ayudase a aprobar, no creo en la magia, me llevé las estampitas que me dio mi abuela porque sabía que le hacía ilusión (hasta me metió una vela de la Virgen del Rocío en el bolso con el que fui al examen). Llegué a mi examen con mi canica, una hoja de Laurel y mis estampitas,más feliz que una lombriz.
Cada uno que crea en lo que quiera, yo sé que ésta plaza está conseguida a base de esfuerzo y mucho sacrificio, pero también de motivación. Si no estáis motivados, estáis perdidos.Mi motivación la conseguí gracias al libro. Buscad vosotros la vuestra :)
Mientras, esperaré al día 10 de abril para la elección de plazas, allí estaré yo, con mi laurel, mi canica y mis estampitas...
Mª José